sábado, 29 de mayo de 2021

la vida exige

 

La realidad exige
que también se diga:
la vida sigue.
Sigue en Cannas y en Borodino
y en Kosovo Pole y en Guernica.

En una plaza de Jericó
hay una gasolinera,
y en Bila Hóra hay bancos
recién pintados.
Entre Pearl Harbor y Hastings
va y viene el correo postal,
un camión de mudanzas pasa
ante la mirada del león de Queronea,
y a los huertos en flor de los arrabales de Verdún
sólo llega un frente atmosférico.

Hay tanto Todo
que Nada apenas se nota.
La música llega
desde los yates de Accio
y bailan al sol las parejas.

Suceden tantas cosas
que en todas partes algo sucede.

Donde quede piedra sobre piedra,
un vendedor de helados
asediado por niños.

Donde Hiroshima,
otra vez Hiroshima
y fabricación de productos
de uso cotidiano.

No carece de encantos un mundo tan terrible,
no carece de madrugadas
que merecen un despertar.

La hierba es verde
en los campos de Maciejowice,
y en la hierba, como en toda hierba,
el rocío es puro cristal.

Quizá no existan más campos que los de batalla,
algunos aún recordados,
y otros ya olvidados,
bosques de abedules y bosques de cedros,
nieves y arenas, irisadas ciénagas
y despeñaderos de negras derrotas,
donde en caso de urgente necesidad
nos agachamos hoy detrás de una mata.

¿Y en qué moraleja refluye? Quizás en ninguna.
Lo que de verdad fluye es la sangre que pronto se seca
y siempre algunos ríos y algunas nubes.

En los desfiladeros trágicos
el viento se lleva los sombreros
y, no podemos evitarlo,
nos produce una risa loca.


jueves, 27 de mayo de 2021

la realidad exige

 La realidad exige

que también se diga:

la vida sigue.
Sigue en Cannas y en Borodino
y en Kosovo Pole y en Guernica.

En una plaza de Jericó
hay una gasolinera,
y en Bila Hóra hay bancos
recién pintados.
Entre Pearl Harbor y Hastings
va y viene el correo postal,
un camión de mudanzas pasa
ante la mirada del león de Queronea,
y a los huertos en flor de los arrabales de Verdún
sólo llega un frente atmosférico.

Hay tanto Todo
que Nada apenas se nota.
La música llega
desde los yates de Accio
y bailan al sol las parejas.

Suceden tantas cosas
que en todas partes algo sucede.

Donde quede piedra sobre piedra,
un vendedor de helados
asediado por niños.

Donde Hiroshima,
otra vez Hiroshima
y fabricación de productos
de uso cotidiano.

No carece de encantos un mundo tan terrible,
no carece de madrugadas
que merecen un despertar.

La hierba es verde
en los campos de Maciejowice,
y en la hierba, como en toda hierba,
el rocío es puro cristal.

Quizá no existan más campos que los de batalla,
algunos aún recordados,
y otros ya olvidados,
bosques de abedules y bosques de cedros,
nieves y arenas, irisadas ciénagas
y despeñaderos de negras derrotas,
donde en caso de urgente necesidad
nos agachamos hoy detrás de una mata.

¿Y en qué moraleja refluye? Quizás en ninguna.
Lo que de verdad fluye es la sangre que pronto se seca
y siempre algunos ríos y algunas nubes.

En los desfiladeros trágicos
el viento se lleva los sombreros
y, no podemos evitarlo,
nos produce una risa loca.

 

martes, 25 de mayo de 2021

Amén

 

Dimelo otra vez cuando haya estado en el río
Y haya quitado el borde de mi sed
Dimelo otra vez  estamos solos y estoy escuchando
Escuchando con tanta energía que duele



lunes, 3 de mayo de 2021

Frontera

 Yo, que llegué a la vida demasiado pronto,

que fui —que soy— la que se anticipó,
la que acudió a la cita antes de tiempo
y tuvo que esperar en la consigna
viendo pasar el equipaje de la vida
desde el banco neutral de la deshora.