viernes, 17 de septiembre de 2021

Junto a las peonías

 

Las peonías florecen, blancas y rosadas.

Y dentro de cada una, como en un tazón fragante,

un enjambre de diminutos escarabajos entablan una conversación, 

porque la flor les es concedida como hogar.

Mamá, junto a un cantero de peonías,

se estira para alcanzar una en flor, le abre los pétalos

y mira durante un largo tiempo las tierras de peonía,

donde un breve instante equivale a un año entero.

Luego deja a la flor irse. Y lo que piensa

lo repite en voz alta a los niños y a sí misma.

El viento mece suavemente las hojas verdes

y motas de luz dan golpecitos sobre sus rostros.