miércoles, 30 de septiembre de 2015

LIX

La esfera terrestre del amor
que rezagóse abajo, da vuelta
y vuelta sin parar segundo,
y nosotros estamos condenados a sufrir
como un centro su girar.

Pacífico inmóvil, vidrio, preñado
de todos los posibles.
Andes, frío, inhumanable, puro.
Acaso. Acaso.

Gira la esfera en el pedernal del tiempo,
y se afila,
y se afila hasta querer perderse;
gira forjando, ante los desertados flancos,
aquel punto tan espantablemente conocido,
porque él ha gestado, vuelta
y vuelta,
el corralito consabido.

Centrífuga que sí, que sí,
que Sí,
que sí, que sí, que sí:  No!
Y me retiro hasta azular, y retráyendome
endurezco, hasta apretarme el alma!

Trilce - César Vallejo


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