Como un regalo tardío,
siento ya el invierno:
y estoy enamorado de
su primer barrido incierto.
Es belleza
terrorífica
como el comienzo de lo que es fatal:
aún los cuervos temerosos
de su círculo sin hojas.
Pero más intenso, frágil
en su azul rebosante:
hielo incipiente, que
llena el río, arrullando, trasnochado
(traducido del inglés por la autora de éste blog)
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