miércoles, 18 de noviembre de 2020

Canción última

 Pintada, no vacía:

pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.



jueves, 15 de octubre de 2020

Poem

 Living things don't all require

light in the same degree. Some of us

make our own light: a silver leaf

like a path no one can use, a shallow

lake of silver in the darkness under the great maples.

But you know this already.

You and the others who think

you live for truth and, by extension, 

love all that is cold.





martes, 4 de agosto de 2020

nadie, ni siquiera la lluvia


En algún lugar al que nunca he viajado,
felizmente más allá de toda experiencia,
tus ojos tienen su silencio:
En tu gesto más frágil hay cosas que me encierran
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca.
Con una ligera mirada me liberas.
Aunque me haya cerrado como un puño,
siempre abres, pétalo a pétalo, mi ser,
como la primavera abre con misteriosa destreza su primera rosa.
O si deseas cerrarme, yo y
mi vida nos cerraremos muy hermosa y súbitamente,
como cuando el corazón de esta flor imagina
la nieve cayendo cuidadosamente por doquier.

Nada que hayamos de percibir en este mundo iguala
la fuerza de tu intensa fragilidad, cuya textura
me somete con el color de sus campos,
retornando a la muerte y la eternidad con cada respiro.
(Ignoro tu destreza para cerrar y abrir,
solo algo en mí entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
Nadie, ni siquiera la lluvia tiene manos tan pequeñas.



domingo, 2 de agosto de 2020

supervisores celestiales


¿Cuentan mis pasos meticulosamente?
¿Han llegado a una cifra
de muchos ceros separados por puntos?
¿Podría yo haber caminado hasta la estrella más cercana?
Recuérdenme, por favor,
uno de mis primeros pasos,
quiero el traje planchado que usaba ese día
quiero que mi madre me coja la mano firmemente.

Esa debe ser mi abuela ahí
en el ataúd abierto. Sus manos están agrietadas
de tanto fregar
el suelo que caminamos con zapatos negros.

Los tres pasitos que di entonces
para que pudiera ser levantado y besarla,
y los tres igualmente pequeños que di para retroceder...
¿Todavía resuenan en magnitudes que retroceden eternamente?

¿Podría este tremendo perro sentado como esfinge
junto a la gris costa atlántica
todavía oír el crujir de mis zapatos nuevos
al otro lado del mundo?

(De "Gods and Devils", 1990)





domingo, 19 de julio de 2020

One art



The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.














foto: Thierry Henrard

martes, 26 de mayo de 2020

Lluvia


Me desperté esta mañana con
unas ganas tremendas de quedarme todo el día en cama
leyendo. Luché contra eso durante un rato.

Entonces miré por la ventana a la lluvia.
Y me rendí. Me dediqué por entero
al cuidado de esta mañana lluviosa.

¿Viviría mi vida otra vez?
¿Con los mismos errores imperdonables?
Sí, a la mínima posibilidad que tuviera. Sí.





hubo ojos más cortantes que una afilada guadaña


Hubo ojos más cortantes que una
afilada guadaña
en un reloj de cuco y en una gota de rocío.

Y apenas enseñaron a distinguir en su tamaño
la multitud solitaria de las estrellas.



domingo, 24 de mayo de 2020

no soy de aquí ni soy de allá


Me gusta el mar y la mujer cuando llora
Las golondrinas y también las señoras
Saltar balcones y abrir las ventanas
Y las muchachas en abril

Me gusta el vino tanto como las flores
Y los amantes, pero no los señores
Me encanta ser amigo de los ladrones
Y las canciones en francés

No soy de aquí, ni soy de allá
No tengo edad, ni porvenir
Y ser feliz es mi color
De identidad

Me gusta estar tirado siempre en la arena
Y en bicicleta perseguir a Manuela
Y todo el tiempo para ver las estrellas
Con la María en el trigal

No soy de aquí, ni soy de allá
No tengo edad, ni porvenir
Y ser feliz es mi color
De identidad



viernes, 24 de abril de 2020

la duración


Una vez más lo he sabido:
el éxtasis es siempre demasiado,
la duración, en cambio, es lo adecuado.
Sí, la cosa de la que, con los años, surge la duración
es esencialmente insignificante,
no merece que se hable de ella,
pero sí que se le fije por medio de la escritura:
Porque para mí tiene que ser lo fundamental.
Y  yo,
para que me surjan los momentos de duración
e impriman un sello en mi rígido rostro
y metan un corazón en mi pecho vacío,
tengo, sin falta,
que practicar, año tras año,
mi amor.
El poema de la duración es un poema de amor.
Y  la duración… la vives quizá con la máxima fuerza
cuando te haces invisible:
cuando la miras en secreto, en su camino cotidiano.


jueves, 23 de abril de 2020

tus hijos no son tus hijos

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.


sábado, 21 de marzo de 2020

las polillas


Hay una polilla blanca, no sé
de qué especie, que brilla
a mediados de mayo
en el bosque, justo
cuando las flores rosadas de la orquídea
salen.

Si te das cuenta de algo,
eso te lleva a
darte cuenta
de más
y más.

Pero, bueno
yo estaba tan llena de energía.
Siempre corriendo, mirando
esto y aquello.

Si paraba
el dolor
era insoportable.

Si paraba y pensaba que tal vez
el mundo
no se pueda salvar,
el dolor
era insoportable.